miércoles, 20 de enero de 2016

¿Te imaginas una guerra con tirachinas?

El otro día no me manché (no podéis creéroslo, lo sé), así que repito tal cual como la Reyna. Pero puede que en dos años no vuelva a ponerme lo mismo.

Llevan un par de meses las cosas por el mundo revueltas. Este búnker lo habían visto muchas veces desde el coche, pero no les habíamos parado, quizás nos daba pena explicar demasiadas cosas.

Pero esta vez me pareció perfecto volver. Y no paraban de preguntar sobre las guerras, los Yihadistas, sus miedos y preocupaciones. Cada uno desde su edad.



Mis psicólogos me hablan de afrontar las cosas, no ocultarlas, nunca sabes si aciertas. Yo a Hugo muchas se las oculto y él no las ve, pero tampoco le llega la información a la que acceden los mayores.

Ese día nos fuimos a conocer un búnker en el que estuvieron muchos bisas luchando en la Guerra Civil. Entre ellos, mi abuelo.


Acojona y emociona al mismo tiempo. ¿Te imaginas que ni conoces la zona y acabas viviendo al lado donde lucho tu abuelo?


Quisieron ver todo, preguntaba sin entender y yo tampoco les podía contar aún pudiendo. Las leyes de la guerra y el derecho humanitario me apasiona.



Les regalé unos tirachinas, para defenderse, para que apuntaran y se sintieran más seguros si teníamos que luchar para defender nuestras vidas.
Ya sé que sonará muy bélico, que sonará incitar a la violencia, pero decirles que no sucederá nada tampoco me parece demasiado bueno.


Luego les dejamos jugar en la consola con juegos violentos o entrar en Internet sin mesura, ¿nos preocupa un tirachinas en mitad del campo? ¡Qué le voy a hacer! Yo lo hago mal con el tirachinas satánico y punto.


Lo de apuntar a las latas les pirró.


Las armas peligrosas que yo les entregó, las gestiono yo y están a buen recaudo para usarse en Belvís o el Tera, vamos, sin civilización y cristales cercanos.


Aunque, ojo. puedes recibir una pedrada en una súper cafetería pija, doy fe. Jajaja.



 No te puedes fiar de nadie, de ningún país en calma.




Porque a la que te descuidas te pueden abrir la crisma, pero también con una piedra, con una bolita de espuma o con un balón.


Ya hemos dado un paseo, ya hemos hablado de miedos, de inseguridades y de la vida. Ya hemos tomado una frutaAhora para casita a seguir guerreando un poco.

Además, en el pueblín este año, tienen en las fiestas una competición de tirachinas, ¿te imaginas que ganamos?


Besos,
Luna.

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