Salta la reserva.
Sin dinero. (Rebusqué hasta debajo de las alfombrillas, y ná, ni un mísero reloj para dejárselo en prenda al muñeco de la gasolinera).
Espera de 35 minutos con el coche en doble fila esperando que bajara.
Agentes de Movilidad, “señorita, los papeles del camión”
Me bajo del coche para buscar al pichu por si no ve el coche y…
- Lunita! Lunita, ¿eres tú? (Dos compañeros con los que estoy tratando un asunto y yo sin desodorante, literalmente).
…
- Hola Pylar! (Jefe del Pichu. Yuju, ya estamos todos!!!).
…
Aparece el pichu, por fin!!!!!! (Esto aún no lo sabe, pero mi espera aquí se verá vengada esta misma tarde. JUAS JUAS JUAS –léase con entonación maquiavélica)
Pichu por una vez llevaba algo de pasta, siempre va con dos o cinco euretes pelaos. Pues me dió 70€ para ir de tiendas!!! Sí, sí. El tema es que no recordaba si las llaves estaban puestas por dentro, puestas por fuera, si las quité y quedaron en la mesa... Así que si subía al pueblo con el juego de llaves del pichu y no podía abrir, estaríamos en la misma situación y yo habría dejado al pichu sin llaves (al menos podría entrar al jardín y al garaje) y yo seguiría sin poder vestirme “decentemente”.
¡¡¡Vámonos de tiendas!!!
Para no variar, continúa el día en su línea: nada más llegar al parking del centro comercial me pasa rozando una flipada y aparca en el sitio reservado a los minusválidos. Es una broma, ¿no? Santa Mamá también aparca en el sitio que no le corresponde, ¡con lo que odio yo eso! (Si mi pichu ve a alguien aparcando en un sitio de minusválidos, y no lo es, siempre suelta: “oiga, la minusvalía mental no da derecho a aparcar ahí, eh!”)
Os juro que no me lo podía creer, era una pesadilla, vaya día. Y no eran ni las 11:00AM!!!!!!!!.
Así que intenté centrarme: “Lunita, estás de tiendas, ¡ánimo!”. Lo malo que no me apasiona mucho comprar ropa (sic) y menos si es para ir a trabajar (estilo “serio”, you know). Luego a la droguería (intenté comprar drogas para relajarme pero me dijeron que eso allí no, ¡cachis!). Cremitas, desodorante, colonia, zapatos, america, sujetador,…, tenía que alargar 70€.
¡Conseguido!
Me cambié en el baño del centro comercial y de ahí al despacho, a relajarme un poco y a esperar noticias del pichu…
16:00PM, pichu llega a casa y comprueba que efectivamente he dejado las llaves puestas por dentro (¿o fue Hugo? Jejeje).
16:45PM, pichu recoge al gordo de la guarde.
17:30PM, pichu está con el gordo esperando a un cerrajero para que le abran la puerta. Lleva, desde que llegó, intentando entrar por sus medios con diferentes plásticos que iba encontrando en el garaje (lo tiene relatado en su Facebook, ¡pobriño mío!).
17:45PM, gracias a un buen vecino y a su radiografía del astrágalo, pichu logra “forzar” la puerta y entra en casa. ¡Segunda prueba superada el día, bien!
18:00PM, llamada al cerrajero, Oiga, es el cerrajero al que avisé hace 2 horas? Sí, dígame. Nada, ya no venga que me he mudado, asias!
Yo sólo lo he hecho para que se acordara de mí toda la semana (o toda la vida). Sin comer, sin dinero, sin bañó, con un bebé,…
¡¡¡Aynsss, qué bonito es vivir conmigo!!!