lunes, 26 de septiembre de 2011

¿Dónde están las llaves?... (I). Y diademas Navy o marineras de toda la vida



El cielo me castiga tantas y tantas veces que un día se me va a caer en la cabeza cual ciudadano del pueblo de Astérix y Obélix.

Anoche me estuve descojonando literalmente del Pichu porque le dije que si no quería ningún regalo, nada en especial, y primeramente me dijo que no, pero luego reconoció que tenía una wishlist… El muy pijo a sus deseos los llama en inglés, ¡vamos no me jodas! Así que mi deseo se cumplió y de qué manera.

Os he dicho, miles y millones de veces, que tengáis mucho cuidado con lo que deseáis y ahora os voy a poner un claro ejemplo.

¿Recordáis que el otro día despotricaba que ya no podía ir de tiendas? Pues concedido! Sí, sí, como lo oís (bueno, leéis). He ido de tiendas y además he tenido que comprar de toó, pero todo, todo y todo: desde la ropa interior hasta un bolso. Y tan ricamente, oiga. Un poco acalorada y agobiada, pero oye, así son los deseos y no hay que ir en contra de ellos, no?



Mi gordo sigue sin querer ir a la guarde,  ayer tiró la mochila al suelo, la lanzó contra la pared, la dió una patada y luego la pisó. Así que creo que tiene Síndrome Postvacacional, no le da la gana ir a la guarde: no, no, nooo, mamá, noooooo. No tenemos más conversaciones que este monólogo al salir de casa por la mañana. Hoy no madrugó tanto, casi era la hora de ir al cole y el mamón con pintas, perdón, mi angelito estaba roncando espanchingao en la cuna. Pues nada, lo visto corriendo, desayuna y nos disponemos a salir, abro la puerta de la entrada de casa, la de fuera de la entrada desde el telefonillo y Hugo se escapa corriendo. Pillo la agenda, cojo las llaves del coche y, oh ohhh, Hugo cierra la puerta… ¿Y las llaves? Las llaves de casa, en casa, concretamente en la puerta y puestas!!! Luna fuera con el gordo y las llaves del coche en la mano. Silencio, tensión, más silencio, sonrisa del gordo, tensión en aumento. Al menos no tuve que saltar la valla con el peque porque había abierto con el portero.

Fui a la guarde con Hugo y él cantando y feliz cual lombriz (pensaría el mamón que no iba a ir al cole). Les conté mi historieta de las llaves y les pedí hacer un par de llamadas (efectivamente, mi móvil se quedó dentro de casa), una a mi padre para pedirle el teléfono del pichu y otra, obviamente, a mi pichu, pero mi padre aún no estaba en el trabajo y claro, cómo me voy a memorizar el móvil de mi padre si no me sé ni el de mi pichu!

La Coordinadora que es muy lista, de ahí que sea coordinadora, me dijo que tenía el número del pichu en el expediente del gordo. Llamamos al pichu y se parte de la risa (luego no se iba a reír tanto…). Entre medias, me cuentan otra historieta de llaves: imaginaos esta historia con perro de por medio, que tienes que saltar la valla, que vas en pijama de dálmatas y, mientras esperas que venga tu pareja, se pone a llover. Según me lo relataban, me estaba imaginando a mí misma en esa situación con mi pijama de franela con dibujitos de vacas (según el pichu, el PICARDÍAS ANTIMORBO aunque yo me veo muy sexy) y os prometo que me descojonaba. Nuestra coordinadora casi se saca un cuerno con la estantería mientras se reía de la del pijama y de mí.

Santa Mamá, cotilla ella, escucha que estoy sin llaves y gentilmente me ofrece dinero. Obviamente, rechacé dicho ofrecimiento. ¿Os imagináis tener que oírla todo un curso escolar que nos dejó dinero? Claro, como soy un desastre y me dejé las llaves en casa...

-          ¿Y no tienes ninguna llave escondida por el jardín? Hay que ser previsora… (Sí claro, pero como tengo un jardín que se mide por hectáreas, a saber en qué cuadrante están enterradas. La próxima vez las escondo con una baliza o un vértice geodésico para localizarlas fácilmente).

-          ¿No te llevas bien con ninguna vecina para dejarle una copia? (No, pero espera que mejor te dejo a ti un juego de llaves, luego te vienes a tomar un café y te las doy).

-          ¿No tienes familia? (A unos 250Kms de aquí, distancia a la que deberías estar de mí).

-          ¿No tienes…? (Qué no, no tengo! Hostias en vinagre es lo que tengo).

Heme ahí, con coleta, sin ropa interior (sin comentarios…), en deportivas, con una calentura en el morro y en vaqueros. Aynssssss. Al despacho tampoco podía ir a currar así. Me tengo que bajar a Madrid.

[Continuará…]

7 comentarios:

  1. jajajajajaajaja, perdón, pero un lunes por la mañana.......

    continua continua!!!!!!!

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  2. ...ay rubia!!!! Si es que esa cabeza tiene que parar! tiene que parar!!!!

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  3. Jajajja buenísimo como siempre!! sigue, sigue!

    Qué vida más plena!
    ... aunque no tengas llaves

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  4. Ru si e veras aunque vaya como una moto ,no puedo controlar una leve ráfaga de viento o al mamón con pintas moviendo una mano !!!

    Sòlo me había pasado una vez quedarme sin llaves !!! En Salamanca cuando estaba en la Uni saliendo de casa mi amiga-compi Eva y yo .salimos las dos y nos miramos no pudiendonoslo creer .ni las 18.000 pelas q nos cobraron por abrirla !!!

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  5. Ayns Mare con las ganitas de una vida tranquila que yo tengo !!!!

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  6. Eres la cañaaaaaaaaaaaaaa

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