Nos encantan nuestras armas bélicas de Toys R us y los tirachinas de los chinos.
Sobre este tema ya os contaré ni opinión, pero os hago un resumen rapidito (que yo diga rapidito es un poco incongruente, jeje). Hugo
jamás ha pegado a nadie con un palo o le ha arreado un cachiporrazo con
ninguna de sus armas y os aseguro que es un instinto animal de
la especie humana, tanto de hombres como de mujeres. Al lío, Hugo sabe que
se juega despacito, de mentiras y, al igual que lee, también puede jugar
con pistolas de agua o elementos como globos cual bombas radioactivas.
Sí, se los hemos comprado nosotros. Con los escudos para protegerse de los lanzamientos de pelotas de goma espuma y globos se lo pasan teta piruleta. Da igual no tener pistolas de agua, porque hasta una zanahoria ha sido una escopeta, incluso su dedo lo usa cual pistola (¡qué niño no lo ha hecho alguna vez!) y no se lo puedo cortar. Sabe que no nos gustan las armas y sabe que prefiero que juegue a otras cosas, pero oye los indios y vaqueros son lo que son y quizás las pelis nos engañen y los dibujos animados también, pero él juega.
No le incentivo en este tipo de juegos, no señor, pero como tampoco lo hago con una cocinita, una Barbie o un garaje de coches. Y mira que tiene en su dormitorio una cocinita con sus cacharros y un taller "como el de papi" con todo tipo de herramientas, pero él juega o no juega en tiempo libre. A veces le marco juegos para hacer juntos, pero muchas veces él decide a qué jugamos.
Mi hijo tiene muchas opciones de juegos, desde correr con un caballo calcetín a ser un Astronauta pasando por un lector empedernido o un deportista de élite. Que también le guste jugar a burradas no significa que sea ni vaya a ser Bin Laden, al igual que imagino que una niña con un tutú y maquillada tampoco vaya a ser una potencial portada de Playboy. Pero como gusta sacar las cosas del tiesto, si mi hijo va a ser un asesino en serie por jugar con una pistola las niñas maquilladas serás actices porno, digo yo, ¿no?
Creo que se estigmatiza mogollón a los niños y me empieza a cabrear que seamos tan ciruelos, porque me encantan las niñas (ya sabéis que me gusta más un lazo que un boli a un tonto) pero es que no se puede intentar dirigir, encasillar o llámalo como quieras a los niños, ellos han de tener libertad para elegir (con unos límites lógicos, claro).
He dicho.
Besos.