Hasta las narices con el Satchel.

Madre mí, qué saturación tengo con el bolso. Todassss las tiendassss, todoooo el mundoooo, en los mercadillosssss, en los blogsssss,... ¡¡¡Uuufffff!!!

Estoy contenta de no haber sucumbido en sus redes. Me encantó hace medio año. Pero gracias a una amiga del Pichu que en una reunión llevaba el que yo quería (el dorado personalizado), anulé el pedido que había hecho el día antes(vale, sí, caí en sus redes). No es plan de ir en serie (lo odio a muerte). Así que gracias al cielo no me gasté los 150€ del bolsito, total, para dejarlo abandonado en algún rincón del armario cuando me saturara de él...

Cuestión (expresión típica de mi padre cuando va a la esencia y lo demás es paja) que mi Pichu sabía que lo estaba buscando y me lo compró.

Pero ya sabéis de las Lingadas de mi Pichu, ¿no? Ayns, el pobre aunque quiera y lo intente, siempre la preparaaaaa...

Me parto. No me entran los clínex y un tampax. El pobre puso una carita cuando abrió el paquete y me dijoooo toma!!!

Así que me compré uno similiar en Pepita Pérez, ya os enseñaré cómo fue...
Ese mismo día me encontré con 2 bolsos nuevos. Jajaja.

Si es que los bolsos no son lo suyo, ¿os acordáis? Mi nuevo bolso de Loewe, línea oro.

Pues atentos porque ahora mi pichu se ha pasado a los zapatos, pero eso merece otra entrada. ¡Os váis a tronchar!

El Pichu es mucho y sus Lingadas más. ¡¡¡No puedo con él, me encanta!!!


Besitos.