Toma las cosas como vienen.
Amplía horizontes.
Le da vueltas.
Observa.
Intenta entender.
Acepta.
Imagina.
Espera.
Siempre intenta empujar los problemas. No puede con muchos, algunos son demasiado pesados para él.
Me ha enseñado a respirar muy fuerte.
A mirar a todos los lados.
A cerrar los ojos con fuerza.
A mirar de lado.
A abrir los brazos y comerse el mundo.
Sin miedo.
Observando.
Intentando buscar opciones.
Y siempre, siempre, con buena disposición.
A girar los problemas.
Sentarse unos segundos.
Bajarse de lo que no depende de él.
Y llegado un momento determinado.
Y que el problema no te haga daño.
Sin más.
Besos,
Luna.
Fácil para los niños, y tan difícil para los mayores... ains.
ResponderEliminarBesitos!
Yo cada vez me hago menos rollos, la verdad ¡¡
Eliminarserá la crisis de los 40 ¡¡