Tomaaaaa ya, Nochebuena, me gustaaaa.

Me gustan las fiestas, cualquier fiesta, y sino me la invento. Vamos, en breve celebraré San Patricio porque me mola el verde. Así que, si soy capaz de estar encantada en septiembre, imaginaos en estos días. Ando de subidón, subidón, con lo que me molan los regalos, envolver, regalar, las risas y las cosas bonitas. Yo es que creo que en estos días casi todo es genial y bonito. La gente se esmera en ponerse guapetona, en preparar las mesas, hacer comidas chulas, juegos divertidos,...

¡Así que soy feliz cual regaliz!

Me encantan las flores de Pascua, hasta he conseguido que me durara más de medio año, no como otras... Sí, sí, ¡va por ti Situs, "pascualicida".

Me molan los catálogos de juguetes y creo que alguien ha copiado mis gustos, con deciros que le ha pedido uno a los Reyes Magos. Sí, ¡un catálogo!

Se levanta, lo mira, lo remira. Le encantaría que fuese acuático y meterlo en la bañera.

Alguno lo deja a la entrada de casa.

Tiene otro en su mesita y se le pasan las horas muertas en la misma página.

Los estudia. Sabe que cambian los números, no sabe de precios, pero sí que son distintos.

En el coche, en la calle,...

Ah, y nuestro árbol, ¡me chifla!

 

Hugo y yo, por las mañanas, no levantamos las persianas del salón hasta que desayunamos, sólo por ver las luces parpadear.

Y con cada nueva figurita que cada año incorporamos más me gusta. Este año y el pasado con cositas de Ikea, que sacan campaña navideña y mola todo. La flor de Pascua también la compré allí, porque me parece de las más bonitas que he visto.

Me gusta ponerle las galletas que decoramos.

 

 

Y las cositas que podemos hacer.

 

También me gusta que no se vea el árbol  cierto día por la mañana. Me gusta pensar putadillas, perdón, digo regalillos geniales y divertidos y me encanta envolverlos molonamente.

La ropa molona Navideña mola.

Levantarte cada día pensando si habrá nieve...

 

Nuestras casas galletas son un clasico ya entre nosotros.

Me encantan los Panetonne y un cafelito. Por culpa de Isabel, además, tengo la necesidad de que sean de una marca en concreto (Pancracio) y el año pasado se agotaron antes de que pudiera comprarlos y se me saltaron las lágrimas (ya sabéis que soy una exagerada). Así que imaginaos cuando apareció en mi casa hace unos días un mega paquete con muchos de ellos y pude meterle la boca entera al primer trozo del año...

También me gusta zamparme el turrón que hacemos casero.

Y me encantan los polvorones.

Aunque lo que más me gusta es el roscón. Éste es de una amiga y también caserito.

Después de tanto zampar me gustan las servilletas chulas, las de peques.

Y las de adultos, claro.
¡Me encantan!

Me gustan los mercadillos y los encargos que me hacen para Nochevieja porque la gente se suelta la melena y se vuelve más divertida y atrevida en esos días y te piden una pluma, una lentejuela y me encanta cómo brilla todo.


Me gusta leer cuentos de Navidad.

Me mola contarle cada día un capítulo de un país (tiene 24 y lo hacemos después de coger la sorpre del calendario de adviento) y te cuentan una historia preciosa y además de cómo celebran la Navidad, qué comen, cómo se llaman sus "seres mágicos regaladores". Además, luego buscamos los países en el mapa.

Me mola la chimenea con los calcetines.

Me encantan las postales y christmas. Siempre que recibo alguna sirve para decorar cualquier sitio. Los que tenemos ahora, la de las manoplinas y el reno, los ha hecho Hugo, ¿a que son genialessss?

También me gusta ver la carpeta con los trabajos del trimestre. La de Hugo, con sus manos en plan reyes Magos, es preciosa.

Me encanta escuchar a Hugo las películas que se monta en el Nacimiento intentando unir Villancicos en castellano e inglés, ¡tengo que grabarlo, es buenísimo!

Ahora mismo, en riguroso directo mientras escribo esta entrada: "...el dromediario-cabalo sobrevuela con Batman el castillo baticueva para coger a los malos y salvar a Jesús..."

Aún no tiene muy claro eso de todos al portal.

El año que aparecieron los niños en mi vida me traje de casa de mis padres el nacimiento que ponían cuando éramos pequeños, ya hacía años que no se ponía. Y en el traslado no encontrábamos al niño (la verdad es que es muy pequeñín el pobre), así que nos fuimos a la Plaza Mayor y compramos uno, (después nos tomamos una relaxing cup of coffee, of course. Jajaja). Al siguiente año apareció el niño extraviado, así que ahora tenemos dos, porque cómo tiras un niño Jesús a la basura!!!


De estos días también me pirra descubrir restaurantes y sitios geniales. El año pasado comimos el día 25 en un sitio súper chulo, mirad cómo molaba el patio interior que tenían, tipo corrala.

Está cerquita de la Plaza Mayor de Madrid, así que Hugo se dió un paseo con su güelito.

Y ya, si ha oscurecido, lo flipo de lo que me gusta todo.

Me gusta ver a la familia del Pichu, aunque esto implica no ver a la mía, porque son gente que viene de lejos y se reúne intentado que exista buen ambiente bajo todas las cosas y, sabéis lo que os digo, que ole sus huevos. La gente se olvida hasta de intentar verse y pierde el norte con cosas estúpidas y, en estas fechas, se debería de recordar un poquito el tema familia. No me vale lo típico de que hay que hacerlo todo el año y que en estos días es hipócrita, al menos algunos lo hacen una vez al año.

Dejarse de gilipolleces, ver a tus amigos y tener un ratillo para ellos, sonreír, limpiar la mente y cuore disfrutando juntos lo que se pueda y punto!

Pasad una Noche requetebuena, que mala puede ser cualquiera.

¡¡¡Besos y Feliz Navidad!!!