Regalar botes a una madre.

¿Estáis todos a dieta ya? Pues yo no, jajaja.
Bueno, la semana pasada me controlé antes de empezar la Semana Santa en el pueblo, que ya sé cómo se las gastan. Ahora me pongo a control antes de las fiestas y así soy feliz, no me entran prisas ni remordimientos y disfruto comiendo, porque soy consciente de cómo hacerlo.

En la entrada de hoy, os muestro uno de los regalos que preparamos de cumple, pero en breve llega el día de la madre y aquí lo dejo por dar ideas que a mi me molarían.

Mi amiga quería un día beberse zumos de esos verdes de pinta asquerosa, así que yo, que parece que no me entero, me lo apunté y le preparamos una caja en papel celofán.

Personalmente, algo que me  recuerda a purés no puedo con ello, pero puedo menos en taza. Yo me tengo que poner bonito la comida que no me apetece, como los los purés. El chorizo en bocata me entra sin miramientos, jajaja. Me apetece en cualquier momento, pero ahora sólo lo tomo en las comidas, nada de por las noches.

También hemos encontrado un librico que le va a ir perfecto. En su momento le puse varias recetas sacadas de internet como en un pergamino enroscadas, con frutas y verduras, pero ahora podrá sacarlos de su libro.

Los nuestros, los de cuidarnos, me han encantado. Necesito hacerlo bonito, porque me aburro enseguida. Si queréis que os cuente mis truquis para manteneros y no volverse loco sin saber cómo comer, os lo cuento, pero sólo si chilláis muy alto. Por cierto, los libros son del Lidl, y no, no me han patrocinado, jajaja.

Ah, y otro regalico para seguir en la línea de cuidarse y que me ha ido muy bien es el libro de correr.

Un besazo,
Luna.