No dejes que te etiqueten.

Mucha gente, cuando no sabe qué hacer con su vida, critica a los demás. Es así y no puede cambiarse. Como no tienen vida, ellos se entretienen con el resto de la humanidad, por ejemplo: si ven a un niño que se cae es un patoso, si ven a un niño que no quiere hígado con caracoles es un tiquismiquis.

 

Luego lo tergiversan y exageran, claro, porque al día siguiente, esta gentucilla, sigue aburrida y tiene que entretenerse cuando se encuentren con cualquiera. Así que, cuando dan con alguien con quien chismorrear, le relatan lo patoso y torpe que es fulanito y le comenta al mismo tiempo que su madre, con tanto estar encima del niño, mira lo que ha logrado. Con el niño asqueroso, que es culpa de su madre.

 

No te calles, habla por tus hijos. Si alguien los etiqueta delante de ti, contesta. Es sencillo, abre la boca y di lo que tengas que decir.
 

 

 

Tú y tu  propio hijo podéis decir, hacer y transmitir vuestra realidad y hacerla pública. Podéis hablar de vuestras virtudes o defectos o no hacerlo, pero jamás te calles delante de este tipo de gente. Es tu culpa que sigan criticando y hablando. Si alguien antes les hubiera callado o puesto la cara roja, ahora se cuidarían muy mucho de seguirlo haciendo.

Yo me he callado muchos, muchos años por mis padres, porque, por desgracia, al final ellos se quedan en un sitio y siguen viendo a esa gente a la que acabas de callarles la boca. Me he callado por mis padres, pero no me voy a callar por mi hijo, porque también se lo debo a él, no va a hacerle daño este tipo de gentuza.

Si a mi hijo le da por ponerse una americana de domador y, estando yo a su lado, alguien le dice "Míralo, parece que ha salido del circo" y se ríe despreciándolo o haciéndolo sentir raro o ridículo, oirá algo parecido a "Claro, es que se acaba de cruzar con un payaso". ¡Y me quedaré tan ancha! Ni dejaré que etiqueten su aspecto ni su imagen.

Así que, si vas a etiquetar a mi hijo o a los niños que me rodean, ten cuidado, te puedes encontrar con mis contestaciones y te aseguro que van a hacerte mucho más daño que la satisfacción de abrir tu bocaza para soltar estupideces, ni te imaginas de lo que voy a ser capaz. Si quieres entretenerte, te vas a ver la tele, no creo que te dé por leer un libro o hacer algo productivo.

 

Rompe las etiquetas, está en tu mano.

Besos.