Planes, sitio, regalo, idea.

Un día de verano sin más, de esos que nos gusta no saber dónde vamos y que sólo un adulto lo sepa, empezamos una chorraventura.

 

Canotier, gafas y bañador.

 

 

Me tocaba sorprender a mí, así que me los llevé a un sitio mágico en Sanabria. Ya sabéis que Z-AMOR-A me enamora.

 

Pasamos la mañana con nuestra caja de leche, ya os enterareis de todo a su debido tiempo (me siento de un misterioso hoy, jajaja).

 

 

Si nos seguís en Facebook, os enteraréis de cómo se conoce la zona concretamente, no lo dejo por aquí para que no se me llene de más gente mi rinconcito sanabrés, jaja. También podéis haceros amigos si os pica la curiosidad.

Unas lecturas, unos trabajos, conversaciones y a zampar.

 

Parece que a ellos les ha gustado.

No es que sea un sitio muy sofisticado, pero a mí me encanta, es auténtico. Unos chopitos y mollejas de picoteo(nos rodean niños de morro fino y entre las almejas y las mollejas se ponen tibios) y luego unas ensaladas, pollo y emparedados. Cuatro cosillas para  luego pasar la tarde a la sombra (ya sabéis lo que pienso del sol a espuertas).

  

Para rematar la tarde, una partidaca de uno de los juegos que más nos gustan.

 

 

Somos mucho de jugar con ellos, prefiero sacar tiempo de otras cosas para estar con ellos, que nos cuenten y hablen mientras tanto y así apartarlos de las maquinitas.
 

 

Aquí os dejo El Uno, me parece un regalo o detalle genial para un cumple de verano, además tienen cartas plastificadas para la piscina/playa/río. A los niños les encanta y a los adultos más, el año pasado nos marcamos unas Timbitas nocturnas con los vecinos vacacionales que fueron la repera.

Con estas cartas los machaqué...
Jajaja.

 

 

 

El juego es sencillísimo y se pilla enseguida. Puede irte genial en muchas partidas y luego perder en segundos. Los peques apuntan, suman, escriben, se leen instrucciones ante dudas y así repasamos cosas del cole.

El que pierde, ¡al agua!

 

Otra de nuestras chorradas de planes, pero lo pasamos en la gloria.

Un besazo.