Will, yo y los testículos de Pascua.

Si no sabes qué hacer con los huevos de Pascua que te han sobrado o cómo entretener a un peque en el campo, os dejo una idea molona que suelo usar bastante. Les escondo cosas, les dejo una cesta y les digo que existen "X" número de cosas en el Paraje, jajaja.

Luego escondo todo a distintos niveles: algunas casi a la vista, otras a nivel intermedio y luego ya en plan escondido escondido. Así les puedes tener un mopntón de tiempo entretenidos y sin aburrirse. Perfecto y simple.

Obviamente Hugo no cata las chuches a diario ni de coña, al igual que la tele, entonces esto funciona porque es algo especial. Aunque creo que, aún siendo permisivos con el tema chuches, jugar a encontrarlas mola.

Pues estaba yo de vacaciones tan tranquilamente en mi casa, cuando me informa mi Mardre que vienen las petardas de sus amigas y que nos vamos al campo a comer a un no sé qué cosa que pesaba mogollón, con copas de cristal en vez de plástico y todo  en una cesta. "Pisnis" o algo así se llama.

 

Al menos se curró un juego chulo.

Me hizo cerrar los ojos y me escondió 20 cosas. A veces, que esté medio loca mola. Bueno, la verdad es que mola casi todos los días. Aunque cuando no me deja hacer lo que quiero no mola y eso lo suele hacer a diario. Tiene la manía de no dejarme hacer lo que se me pone en las narices y no lo entiendo.

Menos mal que Mayte se levantó y me ayudó a buscar la primera cosa, porque no tenía ni idea de lo que tenía que encontrar. Y, aunque ella sea bruja y sepa todo, yo no soy adivino

Así que buscábamos vete a saber qué cosa, ¡menos mal que teniamos a Will!

Y de repente, la aguilucha sigilosa avistó su presa. ¡Cómo no la voy a querer!

Qué leches será Sanxenxo, que no paraba de decirle mi madre, del puerto y barcos. No pillé nada.

 También hace el perro genial, es una cachonda.

Allíiii había algo con papelitossss de coloresssss.

Aynsssss, que parecen caramelossssss.

Tomaaaaaa, que de ellosssssss.

Parecen chocolate. Aynsss Madre, que nervios nerviosos tengo.

Te digo que no quedan más, que sí son chocolate, pero ya no tenemos más que encontrar.

Y síiiiii, entre Los Ramos de mi mardre, véis cómo son geniales.

Aynssssss, que güenos.

Mássssssss.

No me entran ya, ven Will.

No me entraban en la cesta y usé uno  de Los sombreros que se llevaron, que chicas listas.

 ¿Qué pasa Will, qué estás tramando?

Eh, que los he encontrado yo.

Calla Will, no me hables en perruno que no te entiendo.

La lista de mi madre me manda contarlos y así, hala, otro rato ella pasando de mí.

¿Cuántos huevos tenemos? Bueno, testículos, que mi madre no me deja decir huevos a los huevos.

 Un testículo, dos testículos,..., ventiiiii testículos.

A ver si así en fila es más fácil contarlos.

Un testículo, dos testículos, millones de trogollones de testículos.

¿Por dónde iba?

Me perdí, me zampo uno.

Oh, ooohhhh, me pilló la tía. Hola mamiiiii, te quiero, mira que sonrisa tengo, hazme una foto guapa y déjame con mis testículos aquí tranquilito.

No teníamos bastante con mi Pardre, ahora ella con la camarita también. Me van a acabar destrozando la vida con tanta foto.

No te pienso dar.

 A dos carrillosssss. Orgasmo culinario.

 No quedaban más por aquí.

Te daría, pero eres un perro bebé y me han dicho que no puedes comer chuches.

Que te pongas allí, guau.

Que no me mires así, jooooo.

¿Tú que quieres que me linchen si te doy chocolate? No me mires así, jo.

Que no tengo la culpa, en serio, habla con tu maperro. Bárbara, ¡deja a will tomar un testículo!

Te tengo clavado en la nuca, me estas estresando.

 No me hagas esto, que no puedes, en serio, Will.

Y recordad, si os encontráis por los Parajes y contornos de Valdemorillo un huevo de Pascua ha sido mi madre

Hugo.