Semana Santa en Benavente.

La Semana Santa Zamorana es increíble y así empiezan los días de pasión en Benavente.

Sentir que perteneces a ella de algún modo a través de los nuevos miembros de una Hermandad.

No podemos ir siempre que queremos, pero a veces estamos.

A Hugo, ser de los amigos de Batman e ir de negro por la calle no le podía gustar más. Y esta vez, no se puso a Cantar.

Pichu, gracias por dejarlo estar en la cofradía que más siento de mi pueblo. Te lo agradezco de cuore y mis padres también. Gracias.

Con su vara del poder.

Ese minihermano, era lo más.

Estabamos todos emocionados, la verdad. Bueno, menos Carlos, que no sabía lo que es una procesión, procesión.

En la Iglesia donde está la Virgen de la Vega, la patrona de mi pueblo.

Y aquí un Capirucho.

Esperando los pasos.

Dando los últimos consejos y pautas para procesionar.

La devoción y la tradición o se siente o no se puede entender.

Distintas tallas.

Distintos Cristos.

Nuestras Señoras.

Y lo hicimos tan estupendamente bien, que salimos en el periódico. Estaba emocionado al verse.

Al día siguiente, ya era el último que salíamos.

Me encanta ver cómo bailan y siguen con la tradición de mi pueblo.

Esa es la cara de otra vez me han engañado para ir a paso de cangrejo horas y horas. Pero luego, jugar a las chapas  y salir de chateo, bien que nos gusta, eh.

Más monos.

Y un poco irreverentes, jajaja.

Venga, vamos a acompañar y a llenar las calles de silencio.

Me da pánico ese ruido de tambores y al mismo tiempo no me gusta alejarme mucho de él.

Se portó fenomenal.

Lo malo es que al día siguiente se quería buscar en el periódico, de nuevo.

Pasad unos grandes días.

Si no sabéis dónde ir en estos días de Pasión y queréis disfrutar, sin duda os recomiendo pasarlos en #Benavente.

Sentir, siempre sentir.

Besos,

Luna.