miércoles, 10 de febrero de 2016

El entierro de la sardina.

Hoy, si queréis disfrutarlo, a las 6 de la tarde en la Plaza del Ayuntamiento de Valdemorillo.

Lo primero, perdón por las fotos,  pero ir corriendo y riéndome a la vez es lo que tiene.


Me encantan nuestros Parajes (¿os lo había dicho ya?) y vivir en  Valdemorillo mola todo.
Vivimos en la Sierra de Madrid, a un paseico de la capi, y no lo cambiamos ni de coña.

Puede que la gente crea que nuestro pueblín no tiene vida. Pero yo, que he vivido en mil sitios, considero que siempre existen cosas para hacer estés donde estés o sino te las inventas, pero amos, que os digo que no me da la agenda ni la vida para la actividad cultural que tenemos.


Es más, querría hacer todo, pero es imposible y eso que no hacemos mil actividades extraescolares. Por ejemplo, este viernes íbamos a ir a un cuentacuentos y ya estamos en lista de espera.

De verdad, es un pueblo con mil actividades y gratuitas, desde castillos hinchables, talleres varios, torneos de tirachinas, chapas, títeres, obras de teatro, concursos,...


Los niños lo han pasado pipa.
Una pena que fuéramos cuatro gatos ( para cuatro sardinas, claro).


Dos tambores, risas y más carcajadas a la carrera. Los niños, no necesitan más, sólo querer que puedan pasárselo bien haciendo cosas.

Las tradiciones, si no las mantienes, desaparecen y sería una pena.


Yo recuerdo ir por Benavente vestida de plañidera, viuda llorona de negro y tapada con pañuelo, gritando y llorando. Bueno, meada de risa por la calle.
Yo siempre me he apuntado a todo y ahora no iba a ser menos.


Me gusta hacer cosas de siempre, me gusta que Hugo las sepa, aprenda a hacerlas y quiera hacerlas.

Me gusta reír, disfrutar y me gusta que sepa qué significa el Carnaval, qué significa la Cuaresma y qué significa el Año Nuevo Chino.

Vive aquí y, crea o no, es lo que le rodea.





Este es su pueblo y tiene que sentirlo, disfrutarlo. Claro que es cansado, mucho, pero siento que es necesario, lo veo en cómo va creciendo y lo que va sintiendo y transmitiendo.

El burro es de donde pace, no donde nace. A divertirse.



Luego, en el pabellón de fiestas, se asaron unas sardinicas y un poco de bebida y pasamos unas risas.




Pero de repente...


Que hacen un hueco y...


Todo nerviosos corriendo de un lado a otro.


Alucinaban, la enterraron de verdad.


Y nos fuimos cenaicos para casa.



Le encantó y es un plan de un par de horas, al ladito de casa y con ganas de ir al cole al día siguiente y que llegue antes el finde para seguir disfrutando o descansando, que todo mola si sabes disfrutar de las pequeñas cosas.


Venga, a por la siguiente ración.


A la rica sardina, para el niño y la niñaaaa.


Vamos que tenemos que prepararnos para la siguiente fiesta.
En un mes estamos de cumple, así que a organizarnos con tiempo y calma para seguir pasándolo estupendamente.

Un besazo,
Luna.

No hay comentarios:

Publicar un comentario