martes, 23 de febrero de 2016

Quinta de los Molinos.

Yo he vivido al lado de este parque en Madrid varios años y pasaba por la puerta cuatro veces al día.


Pero nunca había entrado.


Así que, como de vez en cuando algún jueves me voy con Hugo a descubrir sitios, nos fuimos los dos a pasar la tarde por allí.


Teníamos que habernos traído la cesta y habernos marcado un Pícnic.



Estaba precioso y hacía buenísimo.


Habían preparado un cumple chulísimo por allí. Para que luego digan que para montar cosas especiales tienes que preparar mucho paripé. Me encantó la idea.



Además, no había mucha gente y Hugo iba a su ritmo.


Estaba precioso, florecido en Febrero.


Me pareció maravilloso. Me recordó al  Valle del Jerte y su cerezo en flor.


Era como pasear por los jardines Japoneses, esos que siempre veo por Pinterest y me pirran.





Estaba muy muy bonito. En serio.


Y tenía unos colores ideales.


Momento foto que se vea el árbol mono y lo cansada y destrozada que puede llegar a estar una.


Ni de coña.


Una vez más. Nada, imposible


Jajajjajajajja.

Las pequeñas cosas, las mejores.

Besos,
Luna.

2 comentarios:

  1. Que mono el parque y los parqueantes!
    besos,

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    1. jajajjaa

      mira, parqueantes es un palabro que nunca se me hubiera ocurrido ¡¡¡

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